30 marzo, 2012

Plazas, Fuentes y Rincones



                                            Plaza del Potro
El Potro es una popular plaza de Córdoba, situada junto a la ribera del río Guadalquivir.
Aparece citada en El Quijote, de Miguel de Cervantes, quien la conocía bien por haber pasado su niñez en el entorno, y haberse hospedado en la posada del Potro.
Generalmente, se piensa que su nombre se debe a la figura de un potrillo que corona la fuente del año 1577 situada en el centro de la plaza, si bien es posible que tanto el nombre como la fuente proceda de la feria del Ganado que durante la Edad Media se celebraba en las inmediaciones de la plaza, realizandose la venta de caballos en la propia plaza.
A lo largo de su historia, la plaza ha visto alterada su configuración.


















Plaza de la Lagunilla.


El torero Manolete vivió en esta plaza.
La casa de Manolete estaba situada en la plaza a la derecha. Tenía una fachada pequeña con una puerta y tres ventanas, una de ellas sobre la puerta y dos a ambos lados de la misma. Era una casa modesta encalada, con un pequeño patio que daba acceso a las habitaciones. En los pasillos cubiertos del mismo estaban las cabezas disecadas de dos toros con historia: "Salinero", del Duque de Veragua, con el que tomó la alternativa de manos de Luis Mazantini en Madrid el 16 de septiembre







Monumento a Manolete


Tras la muerte del torero cordobés Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" fue grande el clamor popular para homenajear al torero más grande que habían dado las tierras cordobesas. En mayo de 1948 y por iniciativa del concejal del Ayuntamiento Francisco Cabrera, el entonces alcalde de la ciudad Rafael Salinas descubre un busto en la Plaza de la Lagunilla donde vivió durante muchos años el torero.







                   En la Plaza de los Condes de Priego se encuentra el monumento dedicado a Manolete, uno de los toreros con mayor proyección. Su muerte en el coso de Linares (Jaén) una tarde de 1947 conmocionó al país entero y especialmente al pueblo de Córdoba, del que era natural. Para recordar su figura en 1956 se inauguró un monumento en honor a su memoria, realizado por los escultores Luis Moya y Manuel Álvarez Laviada. Su ubicación en este enclave privilegiado, con la iglesia de Santa Marina al fondo, no sólo se debe a que fue su residencia durante algún tiempo, sino también a que de este entorno han salido numerosos matadores.
























La Torre de la Malmuerta consiste en una torre ochavada, totalmente maciza hasta la altura del arco, y a la que, hace muchos años , estuvo adosada la muralla de la ciudad.


Nos refiere la leyenda que el nombre de Malmuerta le viene de que un caballero ascendiente de los marqueses Villaseca, mató a su mujer juzgándola culpable de adulterio, sin que éste estuviera probado, y que al darse cuenta de la injusticia que había cometido, arrepentido, suplicó su perdón al rey, siendo condenado a levantar esta torre expiatoria, en recuerdo de la noble dama que, por sucumbir sin culpa, había sido mal muerta








Arcos donde Almanzor colgo las cabezas de los siete Infantes de Lara






La leyenda: Los siete infantes, hijos de Gonzalo Bustos, asisten a la boda de su tío Rodrigo de Lara en Burgos. Durante la fiesta, la novia se cree agraviada por los infantes y Rodrigo promete venganza. Prepara una trampa a sus sobrinos que son capturados y decapitados por los moros. Gonzalo resulta prisionero en la corte de Almanzor donde tiene un hijo con una mora, llamado Mudarra, quien venga a sus hermanastros.